viernes, 9 de agosto de 2013

Los Concursos Caninos o Exposiciones

Erik Farina año 2012
El ser humano es competitivo por naturaleza, y sin duda empezó muy pronto a utilizar a su perro para competir con sus semejantes. Probablemente, las primeras pruebas consistieron en partidas de caza o combates entre perros, en vez de los concursos actuales de agility y obediencia. Las exhibiciones y concursos de belleza son el tipo de competición más reciente, aunque también el más habitual en la actualidad.

Los Tipos de Concurso

Cada país celebra diferentes tipos de concurso, pero en general todos pueden dividirse en dos grandes grupos: los recreativos o lúdico amistosos, en los que es posible inscribirse el mismo día de la celebración, y los oficiales, que exigen la inscripción anticipada de todos los concursantes.

Los concursos puramente recreativos suelen formar parte del programa de festejos o actividades recreativas de una fiesta local. Suelen incluir apartados formales, como los “perros de raza” o “perros deportivos”, por ejemplo, y otros tan lúdicos e informales como “el mestizo más bonito”, “el que más menee la cola” o “el perro que a los miembros del jurado más les gustaría llevarse a su casa cuando acabe el concurso”.

En esta clase de concursos, el jurado no busca el ejemplar más representativo del estándar de cada raza, sino más bien un perro bien educado, bien presentado y bien cuidado por sus propietarios.

Los concursos oficiales o formales, sí buscan el ejemplar más representativo de cada raza, y consideran hasta las más mínimas diferencias con respecto al estándar oficial (canon de belleza) de la raza un motivo de descalificación. En ellos, el jurado se toma mucho tiempo para examinar de forma exhaustiva a los perros, desde su construcción y movimientos hasta su forma física y presentación.


La Preparación del Perro

La preparación es extremadamente importante en ambos. Ningún jurado mirará dos veces a un perro que lleve el pelo, las orejas o las uñas descuidadas. Casi todos las Sociedades Caninas establecen normas muy estrictas que incluyen, por ejemplo, la prohibición de usar tintes o cosméticos, por lo que la dieta y el ejercicio físico son las únicas armas con que cuentan los propietarios para embellecer a sus perros.

A ciertas razas se les exigen esquilados, cortes y arreglos muy concretos. Los Caniches, por ejemplo, deben presentarse muy acicalados, y con uno de los escasos cortes de pelo permitidos a su raza. A muchos Terriers hay que entresacarles el manto para eliminar todos los pelos muertos. Si desea presentar a su perro a un concurso, no sería mala idea que pidiese a un experto en su raza asesoramiento de tipo estético.

Sólo pueden participar perros perfectamente sanos. Primero, porque no se debe someter a ningún perro enfermo a los esfuerzos y tensiones de un concurso y segundo, porque no se puede arriesgar la salud de los demás exponiéndolos a un posible contagio. Los perros agresivos, nerviosos o insociables tampoco deben presentarse.

Muchos perros necesitan algo de adiestramiento antes de concursar: deben aprender a cuadrarse y quedarse quietos cuando se lo ordenen, a dejarse manipular por personas que no conocen y a rodear la pista como desfilando para que el jurado evalúe sus movimientos, sin detenerse ni tampoco echar a correr.


De hecho, existen cursos de “preparación del perro para las exposiciones o concursos” ( psicolmascot@gmail.com ) a los que asisten sus amos con sus perros. Estas clases son además, una buena oportunidad de charlar con otros aficionados y para informarse de forma más exhaustiva sobre la raza de cada perro en concreto.

Los concursos lúdicos recreativos son más bien informales, pero los concursos oficiales están presididos por estrictas y numerosas normas de etiqueta. En todos los concursos formales, sean del tipo que sean, el jurado exige que los concursantes realicen parecidos ejercicios, con el fin de poder calibrar el potencial de cada perro.

Las Fases del Concurso

Todos los concursantes de cada categoría entran juntos a la pista. Sus propietarios o entrenadores (presentadores) deben llevar un número de identificación bien visible. En primer lugar, deben pedir al perro que se cuadre o permanezca en determinada posición, según la raza, y permanezca inmóvil mientras el jurado lo examina visualmente.

Después, cada perro debe ser juzgado individualmente. El jurado examinará su boca para evaluar la mordida, y palpará atentamente su cuerpo para juzgar su complexión muscular y esquelética. Terminada la exploración, se pedirá al propietario o entrenador que ordene al perro evolucionar por la pista. Por tradición, los perros deben trazar un triangulo: primero deben alejarse, trotando y en línea recta, del presentador; después, deben cruzar lateralmente la pista y, por último, deben regresar al punto de partida. El propósito de esta figura del triángulo es permitir a los jueces examinar los movimientos del perro desde todos los puntos de vista: posterior, frontal y lateral.

Cuando el último de los concursantes a completado esta prueba, se vuelve a ordenar que los perros se cuadren juntos frente al jurado. Éste procede entonces a compararlo para determinar cuál es el que mejor se ajusta al estándar de la raza, y elige a los ganadores.

A los propietarios o presentadores se les exige, por su parte, que se comporten con la máxima deportividad. Esto le será fácil si no olvida que, sea cual sea el perro que se lleve el premio a casa, será siempre usted quien se lleve a casa el mejor perro de todos.

El Fallo del Jurado

El jurado suele estar formado por expertos en la raza o razas concursantes que a su vez, se han presentado y han ganado muchas exposiciones y concursos similares anteriormente y criado la raza. El criterio de valoración es siempre el estándar oficial de la raza, es decir, que premiarán al ejemplar que coincida de forma más exacta con el estándar.

Éste consiste en una descripción del prototipo o ideal de cada raza establecida por su correspondiente Club de la Raza. En todos los países que celebran este tipo de pruebas es posible pedir a los Clubs de Raza una copia del estándar. Si desea presentar a su perro a concurso, empiece por obtener y estudiar el estándar de su raza, porque es el único punto de referencia objetivo de que dispone.

De otro modo, calibrar las posibilidades reales de su perro sería demasiado difícil, ya que, como propietario o criador, lo más natural es que se deje cegar por el orgullo y lo vea absolutamente perfecto.

Copyright © Por: Erik Farina, Psicólogo Canino y Adiestrador Profesional

Contacto: psicolmascot@gmail.com

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