miércoles, 25 de abril de 2012

El curso organizado por la UFP aporta a agentes policiales los conocimientos necesarios para educar y trabajar con un perro

El curso organizado por la UFP aporta a agentes policiales los conocimientos necesarios para educar y trabajar con un perro, que puede ser una gran ayuda en la labor diaria de estos profesionales.

Es el protagonista en el curso que está desarrollando entre ayer y hoy la Unión Federal de Policía (UPF). El perro puede llegar a ser un compañero muy útil para un agente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado si se educa de manera correcta. Para ello, el sindicato ha confeccionado un programa muy completo para trasladar a los asistentes los conocimientos necesarios para el trato a guías caninos.

Luis Cabello Ramírez y Jesús Álvarez Rodríguez son los encargados de transmitir un programa que va desde la legislación aplicable a los perros de servicio o los principios básicos del adiestramiento, hasta el tratamiento del perro en casa o la agresividad canina y sus tipos.

Cabello, oficial del Cuerpo Nacional de Policía poseedor de la especialidad de Guía Canino, competidor de disciplina deportiva, adiestrador canino profesional e instructor formador de perros de trabajo, explicó en declaraciones a este medio que “este será el inicio de posteriores cursos específicos de drogas, explosivos, ataque y defensa, y de rescate”. En cuanto a este último, aprovechó para solicitar a la Ciudad Autónoma un pequeño grupo de rescate para búsqueda de personas sepultadas o perdidas, “como hay en todas las autonomías, incluida Melilla, cuya Policía Local tiene 11 perros de intervención”. Así, recordó que policías locales de Ceuta ya cuentan con perros “que buscan droga y no les cuesta un duro al Ayuntamiento”. Para ello, se ofreció de manera desinteresada.

Cabello lamentó que en la actualidad no haya unidad canina, pero adelantó que “parece ser que existe la idea de crear una pequeña unidad de cuatro o cinco guías, ya que traerlos de la península es más caro que si tenemos aquí una pequeña unidad”.

Las razas que recomienda para trabajar son el pastor belga malinois y el pastor holandés. “Ahora mismo están que se salen, mucho más que el pastor alemán”, añadió.
El ponente dejó claro que en el adiestramiento “no hay nada de castigo físico, todo lo contrario, al perro le encanta, es más, se puede ver cómo el perro mueve su rabo cuando ataca al figurante. Para él es un juego e incluso se deja acariciar por el figurante cuando se le dice que no muerda más”.

Durante el curso, Cabello también desmontó algunos mitos, como que al dóberman le crece el cerebro o que se le da droga a los perros para el entrenamiento. “Eso es una tontería gordísima. Entonces, ¿al de rescate le damos cadáveres y al de explosivos goma-2? 

El perro va buscando un juguete, mordedor o pelota, y se le enseña que a cambio de encontrar lo que busca, como droga, explosivos o algo de rescate, le vas a dar juego. Ni más ni menos, el que diga lo contrario es que no tiene ni idea de lo que está hablando”.

 Además, explicó que en los entrenamientos se utilizan los refuerzos positivos. “El figurante se mete dentro de un mordedor y el perro igual que lo muerde cuando lo llevas en la mano, cuando está el figurante dentro del mordedor, muerde este, no a la persona. En el rescate busca a una persona que está oculta bajo los escombros y lleva su mordedor. Cuando lo encuentra, lo que haces es darle el mordedor. En la droga igual, escondes el mordedor con la droga y cuando lo encuentra le das el mordedor. Y en el explosivo exactamente igual, pero no puede rascar, sino que se sienta. Una vez se sienta el guía saca el mordedor. Es un refuerzo positivo: lo has hecho bien, te premio y juego contigo. El perro trabaja por satisfacer al guía, le encanta”, explicó.

Cabello demostró en pocas palabras el vínculo que se crea entre el perro y su dueño: “Para mí es mi compañero. He tenido bastantes y desgraciadamente a muchos a los 14 años los tienes que sacrificar. Para mí se me muere un familiar, esa es la verdad. Es un compañero, un amigo, el que me acompaña y va conmigo al campo. El mío es encantador conmigo y con la gente”.

Otra parte del curso la imparte Jesús Álvarez Rodríguez, cabo 1º de la Guardia Civil, guía canino y responsable del área de detección de estupefacientes del Grupo Cinológico del puerto de Ceuta, además de instructor formador de la Real Sociedad Canina de España y Federación Cinológica Española, adiestrador canino profesional, educador y técnico en Modificación de Conducta Canina, y cuenta con un curso-máster en Etología Canina.

Su charla de hoy consistirá en problemas comportamentales caninos, a nivel básico. Así, planteará una serie de problemas concretos como la eliminación inadecuada y dará los pasos para evitar que ocurra.

El estrés canino también se tratará en la sesión, para explicar de qué manera se puede prevenir. También hablará de los diferentes tipos de agresividad y los métodos para paliarla “en la medida de lo posible, ya que es un tema complejo”.

En definitiva, Álvarez hablará del perro, sus necesidades y las pautas correctas que se deben seguir para que desde que se tiene un cachorro crezca “un perro equilibrado para no tener problemas en el futuro”.
El ponente dejó claro que todos los perros necesitan cuidado y que hay que socializarlos “sea de trabajo, de belleza, de caza, doméstico o pequeño, porque queremos perros equilibrados, no tarados”. Lo que sí se le exige a un perro de trabajo es “una formación más severa, un máximo control sobre el animal y un entrenamiento específico, ya que hablamos de perros de intervención y detectores”.

En declaraciones a este medio explicó las diferencias entre educar y adiestrar. “Adiestrar es que obedezca a una serie de comandos u órdenes que le ofrecemos, educar es integrarlo en la sociedad en la que vive para que se comporte debidamente”, comentó.

Entre los problemas más comunes está la eliminación inadecuada –hacer las necesidades en casa– o la conducta destructiva –destrozar objetos de la vivienda–. Para ello, hoy dará unas pautas para evitar este “subidón de estrés” en la conducta destructiva, como  tratamientos terapéuticos “para que el perro sea un placer y no un sufrimiento, como muchas veces suele ocurrir”, concluyó.

Prácticas en vivo y en directo con un perro
El curso comenzó en la mañana de ayer en el salón de actos del edificio sindical. Allí, Luis Cabello habló de la historia de los perros de utilidad, su adiestramiento y de intervenciones, para lo que usó un proyector con fotografías y vídeos. Además, se hizo una práctica con un perro, Batman, un pastor belga malinois de unos 37 kilos de peso.
Cabello dio varios consejos, como ir de menos a más en el entrenamiento para evitar la saturación o hacerle ver al perro que el problema lo soluciona el agente y que él sólo hace lo que le diga. 
Por la tarde se llevaron a cabo en la explanada del puerto prácticas de droga para enseñar a los asistentes cómo se entrena un perro para que la busque, se hicieron ejercicios en los que el perro saltaba por encima de un vehículo y atacaba al figurante, o se introducía por la ventanilla y lo sacaba.
El módulo en el hospital y la formación, asuntos prioritarios
La habilitación del módulo penitenciario en el Hospital Universitario de Ceuta y la formación de los agentes son los asuntos prioritarios en estos momentos para la UFP, tal y como manifestó en declaraciones a este medio su secretario general, Fernando Guerrero.

En cuanto al módulo penitenciario en el Hospital Universitario de Ceuta, el máximo responsable de la UFP en la ciudad autónoma manifestó que su apertura es algo “necesario e imperativo”, por lo que espera que el resto de instituciones también colaboren, como el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), con la que tiene una reunión en los próximos días, y también con Instituciones Penitenciarias “que tiene mucho que decir en este aspecto porque es la que lo tiene que construir”.

En lo que se refiere a la formación, Guerrero adelantó que además de este curso, por cuya acogida están “bastante contentos e ilusionados”, se va a desarrollar otro en el mismo hospital con el supervisor de Maternidad y otra matrona. Se trata de un curso de actuación en situaciones en las que una mujer está a punto de dar a luz y no da tiempo a llegar al hospital, saber cómo actuar en el acogimiento de un nacimiento y el tratamiento del niño hasta que lleguen los servicios médicos, y también actuar en caso de que una mujer fuera víctima de una agresión estando embarazada, sea por malos tratos o en una riña . El mismo tiene unas plazas más limitadas, ya que es un taller, y muchas prácticas.

La formación sobre guías caninos no finaliza con el curso que concluye hoy, todo lo contrario, ya que tendrá su continuidad. Será de mejora a la actuación de los guías caninos.
El responsable de la UFP valoró el tiempo que lleva al frente del sindicato, un mes aproximadamente, destacando tanto las reuniones con las autoridades como la “gran acogida” por parte de la plantilla o el aumento en el número de afiliados.